martes, 18 de agosto de 2009

Martes

Pretendo forzarme a publicar algo todos los días, para realmente forzarme a escribir algo todos los días. Por ahora, la meta es una semana. A ver que sale.



El cielo se enrula como un ángel epiléptico.

Cerca mío,
las cosas blancas se erizan
cuando la noche trata de lamerlas.

Una nube, infinitamente ofidia
hipnotiza pacientemente a todas las criaturas lentas.

Noche líquida, delicuescente, aceitada por la baba de las ranas.

Entre las manos te quejás
como un gato con fiebre
y me pedís un beso que moriría si te diera.

Noche que habla raro
cuando la aprieto con las uñas como apretara un tajo
obstinado
en irse en sangre
por el agua

noche que hunde sus canoas llenas de oro
en el infinito egoísta
de los aros
y los fuegos deslenguados

noche mamaria

noche a más no poder hembra

con el vientre abierto de cara al sueño y a los perfumes rojizos



noche puta

noche hermosa,

divinamente puta noche

que no me incluye.

2 comentarios:

Evangelina dijo...

Es un buen entrenamiento ese de obligarse a escribir todos los días, para empezar a limpiar los engranajes de la comunicación y fluir después sin tanta tragedia... Me ha servido en su momento... Y debería reimplementarlo.
Cariños!

(te dejo un enlace, de algo que estoy escribiendo y me gustaría que visitaras)

colorprimario dijo...

"divinamente puta noche
que no me incluye"

Me gusta ese final. Tiene partes que emocionan... Pero ese final tiene algo de paisaje que rechaza.

saludos.

D.