domingo, 9 de agosto de 2009

lacosaqueviveenlasombra

Soy patético.
Soy ridículamente sólo.
Soy inconciliablemente sol de palangana,
mal mar
estúpido pájaro entrevisto en la várice del mármol.
Nadie es capaz de amarme
y no soy capaz de que me amen
porque el lobo come carne
y la sangre sangra,
porque en la ciudad cerca de las doce
fluorescen todos mis pasos
espantosamente.

Ay de mí que soy tan yo.

Ay de mí que me quejo tanto
que las paredes de los templos se quiebran
por mi culpa.

Ay de mí que me escribo poemas
Ay de mis poemas que se dejan escribir
Ay de todas las veces
en que grité mi nombre
en una calle en ayunas.

Yo soy el que se queja.
Bienvenidos a mi tumba.
Favor de limpiarse los pies, no hacen falta más motivos
para embarrarme la luna.

Yo soy el que nada lo puede,
el que nadie quiere más que con la punta de los dedos.
Yo soy ese que vuelve a casa
rodeado de perros
como un profeta de chiste.

Soy patético.
Soy ridículamente sólo.
Aburridamente loco.



Soy eso que como de mi cabeza
cuando la hora se clava

como una brújula
que señala

todos los candados de la tierra.

6 comentarios:

tecantolaposta dijo...

lindo, sos?

colorprimario dijo...

Buenísimo: con esa ironía el poema está hecho casi desde el primer verso.

"no hacen falta más motivos
para embarrarme la luna"

Buenísimo.



Abrazos Girondianos.


D.

Anónimo dijo...

PTDAPMCPQNPQERMI


Iniciales.

Evangelina Trabucco dijo...

para tanto, será?

el problema es verbal, me parece, esquivar el transitorio... el "ser" le da eso de irremediable.

abrazos!

la hija del otoño dijo...

Hermoso sos!!!
Y todavía no terminé de leerte...

Anónimo dijo...

increiblemente incredula
la piel gruesa
siente
lo que a la fina le nace

insolente y presumido
sencillamente amante
sencillamente erotico
extremadamente mio.

leerte privilegio es
primeramente
en una primaria marchita.

escondida y escueta
encuentro deleite
y cautela indiscreta.