lunes, 23 de julio de 2007

Úncon

La junta de manzana y alcohol
mutante líquido
de fuego verde
en tu vaso
y en mi vaso los ojos mezclados al whisky
que sabías me desafinaba
la risa
cada vez más himno de trapo
con cada vez más noche
la nube pirómana
regalando cajitas de fósforos
a los pibes de al lado drogados de fútbol
y yo agarrando un sol
y frotándotelo en el pelo
para mojarte de crayón la pantera
lacia
y me decías
-cuidado que muerde-
y yo decía
que era tarde
y vos reías y la pantera
y la etnia sahumeria en la flora
de tu cuello
con gusto a banderas de vidrio
y guitarra entre las brasas
cuando se me caía un pez en tu remera
y te pedía disculpas
y me contestabas fuego
dejando el vaso
la manzana y el whisky
mordiéndose en la mesa
entonces
nos bocábamos
con el cuerno del alcohol en la lengua
yo me quemaba tanto la mano
en tu velamen morocho que hace rato estaba antorcha
de calcinar mosquitos
que se te apoyaban
nos bocábamos
y los pibes al lado rezaban al gol
con los bolsillos llenos de fósforos
y la noche pateaba
el útero del sol
y nosotros nos bocábamos llenándonos
uno del otro
jugando a no jugar
comiéndonos de mentira
agarrándonos la voz.


Yo te leo a diario.
Estás escrita en mi patio
cuando salgo.

El invierno por suerte no sabe tacharte.

miércoles, 18 de julio de 2007

Me amaro morando la mora mordida

Me amaro morando la mora
mordida de la sombra hecha pedazos
borracho entre el pelambre playo
que abriga el lomo de la siesta
cuando queman diez linternas prímulas
jugando
en la yema de los dedos
claraboyas donde escribimos distintas clasificaciones de lo bestial
en la coba perruna
de tocarse
y todo el magma arqueándose en la púa
aborigen
que nos tuerce a pagar la simetría
origen
de loba loca persignándose el
gen.

Me amaro morando la mora
mordida de la sombra hecha pedazos
con el hocico de la siesta azulándome la nuca
y sin embargo
me fuego.

lunes, 9 de julio de 2007

Nievenueve

Patria atrás de los dientes
y la nube leprosa de plata
y los aurigas a equilibrio en el brío del pétalo
y la repetición vacuna, luego,
mamá diciendo mirá cien veces
yo empezando a masticar calas, después,
una mochila de lunas en la boca y los perros,
argón y orféo,
mordiéndome el azul, los perros emperrándome palomas en el ojo
y entonces, el árbol víctima, con -¿qué es ésta estancia estúpida estacionada en mí?-
(mirá, mirá)
elefantes de lava albina torciendo el labio
(mirá)
lentolentelunarlactiolibandoellomo
(mirá, mirá)
como se enloquecen de liendre las hojas
(mirá, mirá)
con esto algo cambia, es de facto que algo cambia
estamos pisoteando los ángeles cucaracha
(mirá)
estamos pateándole la lengua longa loca a éste Dios
y sólo a éste,
(mirá)
al Dios que nieva por vez primera sobre mi patio
sobre mis cosas y mis seres
(no no, no mires)
al Dios que mueve el rayador de estrellas sobre mi frente
cuando vos
no estás
no estás
no estás
noestás.

viernes, 6 de julio de 2007

Sines

I

Te mezclaste a la bruma cuando yo di los pasos
coreográficos de no volver
terco con la mirada manchada de nuca, y seguir viéndote en el charco
nocturno y nieve
de repente sobre tu gárgola de estambre mojada de mis
poemas mil astringiendo
te la boca robada al planeta que se te cayó cuando el beso
me calló
y nunca pude devolverte.

Vos cabalgando en mi cola de dragón,
recuerdo
caerte y llorar un poco, pedirme de nuevo
que te destruya un mundo para jugar al miedo
de feriado de Dios cuando nacíamos las manos
imantadas
secretamente gritones del nos,
tubulares para tu comunicación celeste
hasta mi barro,
necios de los números que caben en el dos,
temblando
mi alma digital bailando sola
enferma del número uno.

(-)I

Me vas a carar la voz izquierda
cuando gargantée un basta que me explote la boca
contra la tuya,
me vas a pechar la truena música
cuando desafine tu alma de rasparse en mi alma ruida
de trampas puntillistas en materia de mi sangre,
me vas a espaldar carruselmente
el macho lastimado de hembra
cuando sacándome me des
la espalda
para que yo te dibuje alas
mientras te vas.

(-)II

No fue la manera de caernos los besos,
de sangrarnos encima,
no fue la forma en que la noche hizo gárgaras con nuestros cuerpos.
Lo peor será el será,
la manía de pellizcarle a la luna la mejilla,
la caminata de brújula loca destruyéndose
entre el salmo
de la gente.