martes, 30 de octubre de 2007

Morocha en tercer año I

Era tu imágen
al subir
la escalera
agudamente calcándose
al dorso de mis párpados
las hadas mordisqueadas
que flotaban
galaxialmente
orbitándote el cuello
cuando te saludaba
llagándote la mejilla
sin que lo notaras
y se me imantaba torpemente
la boca
ya troqueada para el beso
tijereteado
a las apuradas
eran dos de mis cuatro manos
que eran tus manos tuyas
doliéndome
a puro nunca
las hormonas de mar glucoso
enrojeciendo la siesta
era
sobre todo
ayerear
y esa manera vieja de saber
pestañas de memoria

,

eras

maniobrar
en llamas

eras

esa

perfecta técnica

para

practicar

el

hambre.

lunes, 20 de agosto de 2007

sin opsis

Cuando desviví
empezaba a tener saturno en las orejas,
un dragón de alpaca
se había encariñado a mi nuca
acomodando la escama
cuerpo abajo.
Cuando desviví
tenía los mismos ojos
y el mismo árbol en los mismos ojos,
la cara de cuna rota,
algunas veces
jugaba a sangrar.

Cuando desviví

me acuerdo

que no sabía decir fantasmas

sin faltas de ortografía
y que discutía mucho
al reloj monosílabo
intentando persuadirle
costumbres
de estatua.

-Suerte-

me dije

cuando desviví
de golpe
toda mi fauna

-aún-

yo tenía los mismos ojos

y el mismo árbol queriendo gritar.

miércoles, 1 de agosto de 2007

Caminarácasa

(Día)------------------------------(Noche)
Se cielan --------------------------En un verano antiguo
los parabrisas de los--------------- con un dejo de luna frutal
autos,------------------------------pegoteándome los labios
míamente arriba------------------ tu boca
mojado de piano-------------------de estrella hecha pedazos
la rabia----------------------------acercó su marea cruda a mis costas,
de un perro celeste---------------- oleaste en mí,
mediodío,--------------------------con delfines de cereza bajo la lengua
el rouge de mis pasos---------------y en mi estanque calmo retumbó
sellando la--------------------------el sonido
tierra.------------------------------de un vidrio muriéndose
(cuajar pájaros es tarea-------------y en mi mejilla
del idioma--------------------------(páramo de conejos negros)
camino a casa-----------------------cayó la orografía imperceptible de
sacrificarse a una patria de polen------tu mano
es trabajo----------------------------autista de noches
del entrecejo-----------------------cada vez más sucia de mí.
camino a casa)--------------------Todo esto
A veces pasa-----------------------que revive siempre calle abajo
que un perro se sienta a mirarme----y escrito a medias en los perros
e intercambiamos mudos.-----------estrellados de pasada
A veces pasa---------------------como un tatuaje transparente durante
que encuentro-------------------cada,
camino a casa--------------------cada,
mi casa--------------------------miga de pan que sigo hasta mi casa
y me siento a mirarme-----------me rompe en la cara la botella
pasar.---------------------------------de un verano que corrompe
------------------------------------------el pelaje de los años con
-------------------------------------------su doctrina
------------------------------------------de besos muertos
----------------------------------------uno tras otro
-------------------------------------girando en la rueca
-----------------------------------de tu ojo
--------------------------------puro
------------------------------como el recuerdo
----------------------------de un hielo
--------------------------en la
------------------------- garganta

lunes, 23 de julio de 2007

Úncon

La junta de manzana y alcohol
mutante líquido
de fuego verde
en tu vaso
y en mi vaso los ojos mezclados al whisky
que sabías me desafinaba
la risa
cada vez más himno de trapo
con cada vez más noche
la nube pirómana
regalando cajitas de fósforos
a los pibes de al lado drogados de fútbol
y yo agarrando un sol
y frotándotelo en el pelo
para mojarte de crayón la pantera
lacia
y me decías
-cuidado que muerde-
y yo decía
que era tarde
y vos reías y la pantera
y la etnia sahumeria en la flora
de tu cuello
con gusto a banderas de vidrio
y guitarra entre las brasas
cuando se me caía un pez en tu remera
y te pedía disculpas
y me contestabas fuego
dejando el vaso
la manzana y el whisky
mordiéndose en la mesa
entonces
nos bocábamos
con el cuerno del alcohol en la lengua
yo me quemaba tanto la mano
en tu velamen morocho que hace rato estaba antorcha
de calcinar mosquitos
que se te apoyaban
nos bocábamos
y los pibes al lado rezaban al gol
con los bolsillos llenos de fósforos
y la noche pateaba
el útero del sol
y nosotros nos bocábamos llenándonos
uno del otro
jugando a no jugar
comiéndonos de mentira
agarrándonos la voz.


Yo te leo a diario.
Estás escrita en mi patio
cuando salgo.

El invierno por suerte no sabe tacharte.

miércoles, 18 de julio de 2007

Me amaro morando la mora mordida

Me amaro morando la mora
mordida de la sombra hecha pedazos
borracho entre el pelambre playo
que abriga el lomo de la siesta
cuando queman diez linternas prímulas
jugando
en la yema de los dedos
claraboyas donde escribimos distintas clasificaciones de lo bestial
en la coba perruna
de tocarse
y todo el magma arqueándose en la púa
aborigen
que nos tuerce a pagar la simetría
origen
de loba loca persignándose el
gen.

Me amaro morando la mora
mordida de la sombra hecha pedazos
con el hocico de la siesta azulándome la nuca
y sin embargo
me fuego.

lunes, 9 de julio de 2007

Nievenueve

Patria atrás de los dientes
y la nube leprosa de plata
y los aurigas a equilibrio en el brío del pétalo
y la repetición vacuna, luego,
mamá diciendo mirá cien veces
yo empezando a masticar calas, después,
una mochila de lunas en la boca y los perros,
argón y orféo,
mordiéndome el azul, los perros emperrándome palomas en el ojo
y entonces, el árbol víctima, con -¿qué es ésta estancia estúpida estacionada en mí?-
(mirá, mirá)
elefantes de lava albina torciendo el labio
(mirá)
lentolentelunarlactiolibandoellomo
(mirá, mirá)
como se enloquecen de liendre las hojas
(mirá, mirá)
con esto algo cambia, es de facto que algo cambia
estamos pisoteando los ángeles cucaracha
(mirá)
estamos pateándole la lengua longa loca a éste Dios
y sólo a éste,
(mirá)
al Dios que nieva por vez primera sobre mi patio
sobre mis cosas y mis seres
(no no, no mires)
al Dios que mueve el rayador de estrellas sobre mi frente
cuando vos
no estás
no estás
no estás
noestás.

viernes, 6 de julio de 2007

Sines

I

Te mezclaste a la bruma cuando yo di los pasos
coreográficos de no volver
terco con la mirada manchada de nuca, y seguir viéndote en el charco
nocturno y nieve
de repente sobre tu gárgola de estambre mojada de mis
poemas mil astringiendo
te la boca robada al planeta que se te cayó cuando el beso
me calló
y nunca pude devolverte.

Vos cabalgando en mi cola de dragón,
recuerdo
caerte y llorar un poco, pedirme de nuevo
que te destruya un mundo para jugar al miedo
de feriado de Dios cuando nacíamos las manos
imantadas
secretamente gritones del nos,
tubulares para tu comunicación celeste
hasta mi barro,
necios de los números que caben en el dos,
temblando
mi alma digital bailando sola
enferma del número uno.

(-)I

Me vas a carar la voz izquierda
cuando gargantée un basta que me explote la boca
contra la tuya,
me vas a pechar la truena música
cuando desafine tu alma de rasparse en mi alma ruida
de trampas puntillistas en materia de mi sangre,
me vas a espaldar carruselmente
el macho lastimado de hembra
cuando sacándome me des
la espalda
para que yo te dibuje alas
mientras te vas.

(-)II

No fue la manera de caernos los besos,
de sangrarnos encima,
no fue la forma en que la noche hizo gárgaras con nuestros cuerpos.
Lo peor será el será,
la manía de pellizcarle a la luna la mejilla,
la caminata de brújula loca destruyéndose
entre el salmo
de la gente.

lunes, 25 de junio de 2007

Sin con

I

Retorno en torno tornado al tornasol lunar en la plumífera aleta
fuselaje de margaritas donde alguna vez rastrillé
con la herramienta de una caricia
regreso gris gregario engrasando de soles las noches
que yo quise anudar
al pez temporal que abandona mi sangre sobre las horas
de holas olas
cuando entonces
masticando la estrella de pensar en vos
se que sos vos
y sos sido.


II

No dijiste que ibas a crecer, vos,
abeja blanco negro textil de moda sobre el corazón al aire
vos y tu polen plateado polar policiaco de infancias mano en lata y en luto
vos diapasón bronca vibrando mezclándome la voz al árbol
que no dura para siempre
que no ablanda para nuncas
vos voz entierrada de cuerpos nones en el grito blanco de callar
no dijiste que ibas a crecer

nunca dijiste

dijiste nunca

lunes, 11 de junio de 2007

Ejemplo bipolar

Pateaste con pié de proa un iceberg de hojas secas, el busto de un prócer de cartón deforme, las lentejuelas descompuestas que ya no guiñaban al sol. Te pateaste vos, pateaste tu pié pateándote. Pateaste el logotipo del otoño queriendo patear el otoño. Pateaste el sol y rodó hasta caerse por la canaleta horizontal del oeste. Pateaste la luna después, primero pateaste algunas estrellas y le pegaste en la boca de engrudo. Pateaste la tierra e hiciste equilibrio en puntas de pié.
Necesitabas mirarte a los ojos y engarzarlos de caracoles verdes, edulcorarte de mar la geología de la espalda, llenar de lagos carnívoros de luna el camino de tu espina. Llenarte las manos de países desclavados del mundo. Desenraizarte las plantas de los pies.
Necesitabas darte la mano, darte un abrazo, besarte, darte una palmada en el hombro derecho con el brazo derecho, necesitabas pararte al lado tuyo y mirarse juntos al espejo cuádruple de perdón. Necesitabas urgentemente aceptar la mitad que sos cuando estás entero.
Necesitabas multiplicar por cero los pedazos de vidrio de soles quemados cuando caminabas descalzo por la duna cerámica de cuerpos enfriados en la temperatura que queda al final del beso, en la sola piel reptil de todas las palabras que se dicen cuando termina la voz y empiezan las palabras.

Necesitabas todo y lo pateaste.

Pero te entiendo.

Necesitabas decirte esto.

A vos me hablo.

jueves, 7 de junio de 2007

Algunas maneras de extrañar vacaciones

Allí sumergidos en el vino espeso
del verano morocho y nocturno,
la planta espectral del fuego
acariciándonos los pies,
la voz como un gusano fluorescente
saltando de boca en boca, la voz sola color
callando a gritos las palabras,
las notas acres, manchadas de madera y humo
y toda una boca nosotros
lamiendo fuego.

Verano lejos.

Cosiendo mi punto de vista no llego a zurcir la herida de ya no ver,

cuando te oigo respirar hundido en mi médano de lana
tiritando,
golpeando a tu ventana de vidrio espirituoso
con estos nudillos secos.

sábado, 2 de junio de 2007

Síntoma de responsabilidad seguramente asociado a una película y una gripe

Cuento atrás, dejadas al costado las escenas colgantes alrededor del péndulo en que se hamaca la memoria, toca sacar la cara de la nuca y mirar derecho. Detrás tintinearán las horas, percutiéndose entre si con sus bordes filosos, los días oscilantes como enormes corbatas de chapa, cortando al que ose caminar hacia atrás sin los ojos de la espalda, los ojos que ahora se erectan en los ojos. Detrás habrá un dialecto de ruidos prehistóricos, idiomas de nuca, conversaciones que siempre dicen “haré” en algún tiempo ya hecho. Todo eso queda detrás, alándonos de gris manera. Pero en algún momento toca sacar la cara de la nuca y mirar derecho. A pesar de que por lo menos seis manos nos acaricien los talones. A pesar de que al dar el primer paso perdamos toda posibilidad de haber dado un primer paso. Y nos anochezcamos, sobre todo en la mirada y en las manos con más piel que las manos. Hace falta sacar la cara de la nuca y mirar derecho. Tener la cara donde corresponde. Y nada de apoyar el rostro en el cuello, en la pera, la boca en la oreja. No. La cara sobre la cara. Y si llueve de frente nos lloramos rebobinando. Y si nos quitan espaldas les damos la cara. Y si nos apuntan cargamos el cañón del pecho. Y si nos rompen el balcón de la boca dejamos caer la voz en los poemas. Pero de frente. Con el rostro encastrado en el rostro. Sin valor. Pero de frente. Enfermos de orquídeas. Pero de frente. Con las manos cruzadas en la espalda, de frente. Muertos y enterrados y olvidados y sepultados boca abajo, de frente. Mirando atrás, de frente. El tiempo nos exige que le miremos a la cara para escupirnos.
Si no, ni eso.

miércoles, 30 de mayo de 2007

Faltándole el respeto a Benedetti

“…y te duermes sin sueño
y te piensas sin sangre
y te juzgas sin tiempo…”

( Fragmento de “no te salves” de Mario Benedetti)

Y te juzgas sin tiempo. En el contexto del poema de este viejito simpático que resulta Benedetti, al cual me horroriza imaginar en los referentes amatorios de sus poemas, pero que, según ellos, justamente se quedaban en sólo referentes de poemas, según el contexto del poema entero me interesó actualmente este verso. La cosa es, te juzgas sin tiempo porque, 1)¿te juzgas crudamente sin considerar que hay tiempo?, 2)¿Te juzgas prematuramente, entendiendo tiempo como “tiempo que transcurrirá”?, 3)¿Te juzgas con desposeimiento del tiempo, o sea, solamente te juzgas? 4)¿Te juzgas sin tiempo, siendo que solo el tiempo puede obligarte a juzgarte?.
La tercera está muy relacionada con la primera, y, siendo sinceros, es muy poco inteligente, pero la planteé porque el tres es de buena suerte. Te duermes sin sueño es la condición más clara de las tres que cité, y significa básicamente, caer sin tropezar, rendirse sin ser derrotado, o, más estructuralmente, hacer algo (en este caso peyorativo) sin motivo, o excusa. Entonces, trazando una analogía entre esta frase, la segunda de la sangre (que significa lo mismo pero desde un lado más poético y oculto) y la tercera, “te juzgas”, sería hacer algo, y “sin tiempo”, sería un motivo, o un motivo contrario. Ahora, si tomamos “sin tiempo” como “te juzgas con desposeimiento del tiempo”, eso rompe con las dos frases anteriores, ya que tiempo queda como mero sustantivo, lo que deja solamente significante el “te juzgas” sin condición.
La segunda, “te juzgas prematuramente”, también rompe con la analogía hacia los otros dos versos, ya que aquí el tiempo no vendría a ser un motivo que podría llevarnos a juzgarnos (y que no se da, pero a pesar de eso nos juzgamos), sino que es tomado como sustantivo distinto, como podría ser “reflexión” o “tiempo de reflexión”. Entonces quedaría “te juzgas sin tiempo de reflexionar acerca de si debieras o no juzgarte”. Es válida, pero rompe con el modelo del poema hasta el momento. Y la verdad, sería muy poco poética.
La cuarta, “te juzgas sin tiempo, siendo que solo el tiempo puede obligarte a juzgarte”, sería la única que sigue estrictamente la armadura “logica” del poema, a si b, no b, pero igual a. Pero no encuentro, esta vez desde el sentido común, una conexión directa entre el tiempo (entendido como línea temporal y no como espacio de tiempo, ya que ahí volveríamos a la dos) y la obligación de juzgarse, como así la hay entre el sueño y el dormir. Supongo que mi visión de sentido común tampoco puede permitirse el suponer que puede ver absolutamente todo. Aún me falta demasiada zanahoria social para mi visión de sentido común. Pero, no me resulta del todo convincente, aunque poéticamente resulte bastante más atractiva que la anterior.
La primera, es la que más me interesa actualmente. “te juzgas crudamente sin considerar que hay tiempo”. Yo la entiendo, trayendo el tiempo de nuestro lado. O sea, te juzgas sin considerar que nosotros somos en el tiempo, y que más allá de ser, somos el tiempo mismo. Eso nos avalaría a no ser solamente un ser que transcurre por la línea del tiempo, sino a ser el tiempo mismo, y el tiempo mismo en si, por lo menos desde mi punto de vista actual, es un montón de seres, ya que la línea se forma por infinitos puntos y cada uno tiene la propiedad de ser. Entonces, no seríamos uno, sino que seríamos muchos, infinitos, por lo tanto sería imposible el juzgarse, ya que para juzgar algo es necesario que sea estable para poder ver donde deja de ser estable (el justo deja de ser justo, el bueno deja de ser bueno, el macho se depila las cejas) y si nosotros somos un ser, luego otro, luego otro, podemos ser un segundo justo y otro injusto, uno bueno y otro no bueno, uno macho y otro no macho depilador de cejas. Entonces, a pesar de que es imposible juzgarse, (o injusto quizá) te juzgas igual. Esto trae muchísimos problemas que no estoy dispuesto a plantearme, tales como, si somos una sucesión de seres separados, que hace que pasemos de uno a otro, que hay entre el ser bueno y el ser no bueno, ya que, si no tomamos el tiempo como línea cronológica (para lo cual debemos ser siempre uno a la vez, primero no bueno, y después bueno, pero no simultáneos),o mejor si no lo tomamos así, no seríamos uno y luego otro, sino que seríamos todos los seres a la vez, o sea multiplicidad de seres al unísono. Y si están al unísono, eso se acerca muchísimo al ser uno. Pero siendo todos. Entonces seríamos todos los seres y uno a la vez. Y esto me resulta contradictorio.
Y si lo tomamos como línea cronológica, ¿que hay entre ser macho y ser no macho?. Porque no somos los dos a la vez, así que somos uno y luego el otro, pero entre medio de ambos, ¿que pasa con la transformación? ¿acaso no es tiempo también?, ¿Y si es tiempo no debería ser un punto chiquitito de ser?. Entonces habría macho, machomenos, no macho. Pero, entre macho y machomenos, ¿no hay una transformación también?. Entonces, es infinito, nos conduce a infinitud de divisiones, porque el tiempo en si es infinitamente divisible, por lo menos como lo concibo mirando mi casio del 91 que no tiene segundero. Desde el lado no cronológico hay una contradicción, y desde el cronológico una aporía.
La cosa es, simplificando, que la primera “hipótesis” “te juzgas crudamente sin considerar que hay tiempo”, me lleva a pensar que no hay posibilidad de juzgarse porque no hay ningún principio al cual fallar. Entonces, no seríamos un ser, sino muchos sucesivos, lo que debería tranquilizar a cualquier macho que se haya depilado las cejas.
Pero primeramente, esto es un poema. Esto que estoy haciendo me resulta vil e incoherente. Porque es un poema. Sería como teorizar un solo de saxo. Sería como intentar descubrir que tiene la torta que acabamos de comer y no disfrutarla, por más que tenga clavos de olor hasta en la cobertura. Sería como mirar el chavo del ocho y no reírse porque ya lo vimos antes.
Leamos poemas, escuchemos música, miremos el chavo del ocho. No leamos armaduras de versos, escuchemos estructuras armónicas-melódicas, miremos comedias por interés histórico. Dejemos de matar las cosas para poder hacerles autopsias.

Estamos grandes para estas cosas.

domingo, 27 de mayo de 2007

La mano

La mano, suspendida araña de plástico en la telaraña muscular de su cuerpo, flotó un instante sin atreverse. La sentía impalpable, sublimada alrededor de su piel como una piel superpuesta de luz y cobre. Y entonces no hacía falta cerrar los dedos, fruncir el seño del puño, golpearse el amor. Ya estaba ahí, bajo los hilos de su mano, la marioneta hermosa y permisiva, quebradiza, abismo de pulpa frutal. Ya estaba ahí, y su caricia amordazada no entendía el paréntesis entre las pieles.
“Te quiero” le dijo ella. ”Tocáme, ya no quemo más” le dijo ella. Pero él no controlaba el guinche de su mano pendiente, mimando el frío. “Tocáme porque es necesario que me toques” le dijo ella. “Tocáme porque tu mano tiene hambre, porque necesita vestirse de tacto, porque acá, en este espacio entre mi sangre y yo tengo la forma de tu mano. Tocáme para no morir, para no desangrarme, tocáme para no morirnos”.
Pero el espacio. La arquitectura de esporas. La selva de pistilos de luz. El terror mudo del vacío entre los llenos. “Tengo miedo de sobrarme”dijo él. “Tengo miedo de que si te toco voy a ser demasiado, vamos a ser demasiado para mi mismo”dijo él. “Tengo miedo de que el dos no quepa en el uno, de que me estalle la mano cuando sea mi mano y la tuya”.
“Tocáme antes de que nos crezca el invierno, tocáme rápido, tocáme con miedo a no poder volver a tocarme y mordéte la boca con las palabras mías” dijo ella. “Tengo miedo de tener más miedo, tengo miedo de fracturarnos el tiempo y clavarnos las astillas en la edad, tengo miedo de que me toques al tocarte, tengo miedo de tocarte para siempre” dijo él.

Se miraron en la era de un segundo. Él tropezó los ojos. Ella siguió matándolo a pupilas.


Segundos después él la ve bajar del otro extremo del colectivo y hacerse resto de la gente.

Camino encima...

Camino encima del filo
de tu brújula alcohólica,
enderezo en curva mi línea
muerta.
¿Adonde lleva criatura tu mapa rabioso?
Nado de pronto en el odre
espiral de vino verde,
tu pupila de siesta animal.
¿Qué claro mareo bucea en tus ojos color mundo?
¿Qué secreto garante susurra en mi pecho que de pasos al peso de tu alma
en los colmillos del después,
negando el incrustado marfil de las muelas del antes?

Camino encima del filo
de tu brújula alcohólica,

cardinalmente hambriento.

sábado, 26 de mayo de 2007

Autoboicot

Soy siempre contrario a mi mismo. Es más, soy rubiamente morocho. Mis claros ojos negros así lo prueban. Este espacio mismo es una cruz tachándo mi palabra.
¿Puedo traicionarme siendo algo que no sé que es? ¿Alquien me conoce verdaderamente? ¿Me presenta?.
Somos contrarios a algo que puede llegar a ser contrario a ese algo que somos siendo contrarios. ¿Puede realemente traicionarse uno mismo? ¿Hay rey al cual vender patria? ¿Hay un rockero cantando temas de Roxette? ¿Hay un león comiendo brócoli?.
Somos siendo muchos seres, o somos. Hay veces en que me enjaulo en mi soy y me tranquilizo, sé que no puedo perderme y me voy por ahí silbando temas de sin banderas. Hay veces en que creo que soy a cada segundo y me manejo con un brazo en alto, sosteniendo una lupa desde la cual no puedo mirarme. Se me ocurren un par de autores, y cuando digo un par me refiero a dos, que postulan esta dicotomía. Pero me importa un rábano. Me importa un yo mismo.
Si somos monedas corrientes, ¿seríamos todas monedas de un centavo?, ¿habría alguno de un peso?,¿Nos afectaría la devaluación? En este caso, el déficit fiscal nos haría ser a cada momento, ser cada vez menos onerosos, pero ser cada vez menos.
Voy a comprar un chicle con mi esencia. Espero que me alcance. Si siempre soy, descubriré que me alcanza para un bazooka aunque quiera un bobaloo. Si soy a cada momento, tal vez algún día llegue a comprarme un tofi.


Mientras tanto, si alguien realmente me ve, mándeme saludos de mi parte.

Evidentemente Nada

¿Cómo resultaría cualquier cosa si fuera nada?. Ésta pregunta que sólo puede contestarse mediante casos particulares, ya que la nada es impronunciable, fácilmente puede identificarse con este "espacio". Si les soy sincero, estaba realmente al obús, y decidí ver que pasa si convido un poco de la nada que me es todo con todos los nadas.
Aceptémoslo. Estás leyendo esto, seguramente no sos Isaac Newton. Lo único realmente reconfortablede tu condicíón es que es una deshonra compartida, una nada entre todos, para seguir malgastando antípodas. Somos espejos de espejos que reflejan un rábano. Ni la poesía nos salva de la hortaliza al final de nuestros versos. Somos un tubérculo al aire libre, aunque para evadirnos demos vuelta frases como ésta y aseguremos que no es lo mismo tubérculo al aire libre que lo que todos ya de sobra conocemos. Porque somos esto. Desasnémosnos de nuestra condición de asnos. Esa es mi propuesta, mi relincho. Aceptemos el honor de no tener honor, la hermosura del almidón que aquieta nuestros corazones de papa.

Dios ha muerto, viva el superhombre.
El superhombre ha muerto.

Viva el hombre rábano.