lunes, 11 de junio de 2007

Ejemplo bipolar

Pateaste con pié de proa un iceberg de hojas secas, el busto de un prócer de cartón deforme, las lentejuelas descompuestas que ya no guiñaban al sol. Te pateaste vos, pateaste tu pié pateándote. Pateaste el logotipo del otoño queriendo patear el otoño. Pateaste el sol y rodó hasta caerse por la canaleta horizontal del oeste. Pateaste la luna después, primero pateaste algunas estrellas y le pegaste en la boca de engrudo. Pateaste la tierra e hiciste equilibrio en puntas de pié.
Necesitabas mirarte a los ojos y engarzarlos de caracoles verdes, edulcorarte de mar la geología de la espalda, llenar de lagos carnívoros de luna el camino de tu espina. Llenarte las manos de países desclavados del mundo. Desenraizarte las plantas de los pies.
Necesitabas darte la mano, darte un abrazo, besarte, darte una palmada en el hombro derecho con el brazo derecho, necesitabas pararte al lado tuyo y mirarse juntos al espejo cuádruple de perdón. Necesitabas urgentemente aceptar la mitad que sos cuando estás entero.
Necesitabas multiplicar por cero los pedazos de vidrio de soles quemados cuando caminabas descalzo por la duna cerámica de cuerpos enfriados en la temperatura que queda al final del beso, en la sola piel reptil de todas las palabras que se dicen cuando termina la voz y empiezan las palabras.

Necesitabas todo y lo pateaste.

Pero te entiendo.

Necesitabas decirte esto.

A vos me hablo.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Sublime!