Abriendo archivos viejos
encuentro
imágenes tuyas
y recuerdo
que
cuando editaba las fotos
suavizaba tus rasgos
con el permiso implícito
de la mirada compartida.
Nunca supe
si alguna vez lo notaste.
Hoy se siente raro
pensar
tu rostro tan ajeno,
tan nativo en su distancia;
tus fotos
no pueden sino ser
algo así como
obras falsificadas;
el mapa de un territorio
que no existe.