martes, 20 de abril de 2010

Lo que quede de la tarde III

                                                                               A Lucía


De lejos


quisiera que fueras tres veranos menos,

la humareda de sangre sobre las sienes.



Hoy casi te necesito.


Una pantera de mármol se frota en silencio contra mi pierna,
yo ni siquiera canto.




Hay un vértigo lento en el borde de tu ausencia.




Un libro pinchado que riega mi cama de letras.




Y tus manos finas,


las velas que crecen por toda la luna.